Un acercamiento al Rastro como acontecimiento, y como este transforma el espacio urbano. Entendiendo la ciudad como una complejidad de relaciones e interacciones de elementos entre sí. Son los eventos los modifican la realidad estática de manera efímera en el tiempo.
El mercadillo se reconoce perceptivamente a través de la deriva situacionista y el concepto del espacio del andar de Careri, se registran los acontecimientos a partir de la experiencia de cinco derivas en el territorio del Rastro, son paseos experienciales que dan como resultado el análisis en profundidad de dos puntos concretos, la plaza de Cascorro y la calle de la Ribera de Curtidores. Defiendo estos hechos a través de las capas que lo conforman, donde cabe el olor o el sonido que sucede cada domingo. Es un entender el espacio urbano fundamentado en la interacción con la ciudad mediante la aplicación de los cinco sentidos como habla Pallasmaa, sin olvidar la concepción de la ciudad como un escenario, como el «teatro del mundo» de Rossi. El barrio de Embajadores funciona como ello, acogiendo la celebración de cada domingo y atrayendo a curiosos y visitantes. Un lugar que depende de esa transformación semanal para su total funcionamiento.
Son los acontecimientos en el Rastro piezas complejas que han de comprenderse de una manera transversal, percibirlas a través de sentidos teniendo en cuenta la relación con su entorno. Son estos elementos efímeros indispensables para entender la identidad del mercadillo. El acontecimiento depende de la ciudad y viceversa, por ello es el Rastro un evento en constante evolución. Es, en resumen, un mecanismo de en tender la ciudad en e Rastro a través de lo que sucede fugazmente dentro de ella.
Un acercamiento al Rastro como acontecimiento, y como este transforma el espacio urbano. Entendiendo la ciudad como una complejidad de relaciones e interacciones de elementos entre sí. Son los eventos los modifican la realidad estática de manera efímera en el tiempo.
El mercadillo se reconoce perceptivamente a través de la deriva situacionista y el concepto del espacio del andar de Careri, se registran los acontecimientos a partir de la experiencia de cinco derivas en el territorio del Rastro, son paseos experienciales que dan como resultado el análisis en profundidad de dos puntos concretos, la plaza de Cascorro y la calle de la Ribera de Curtidores. Defiendo estos hechos a través de las capas que lo conforman, donde cabe el olor o el sonido que sucede cada domingo. Es un entender el espacio urbano fundamentado en la interacción con la ciudad mediante la aplicación de los cinco sentidos como habla Pallasmaa, sin olvidar la concepción de la ciudad como un escenario, como el «teatro del mundo» de Rossi. El barrio de Embajadores funciona como ello, acogiendo la celebración de cada domingo y atrayendo a curiosos y visitantes. Un lugar que depende de esa transformación semanal para su total funcionamiento.
Son los acontecimientos en el Rastro piezas complejas que han de comprenderse de una manera transversal, percibirlas a través de sentidos teniendo en cuenta la relación con su entorno. Son estos elementos efímeros indispensables para entender la identidad del mercadillo. El acontecimiento depende de la ciudad y viceversa, por ello es el Rastro un evento en constante evolución. Es, en resumen, un mecanismo de en tender la ciudad en e Rastro a través de lo que sucede fugazmente dentro de ella. Read More