En la industria agroalimentaria, garantizar la inocuidad de los productos es innegociable. Desde las materias primas hasta los procesos de fabricación, todo debe cumplir con rigurosos estándares que protejan al consumidor final.
Uno de los problemas a los que se enfrenta este sector es la amenaza de contaminación por MOSH (hidrocarburos saturados de aceites minerales) y MOAH (hidrocarburos aromáticos de aceites minerales). Estos compuestos, derivados de aceites minerales, representan un riesgo significativo debido a su posible transferencia a los alimentos durante los procesos de producción, especialmente en sectores como el oleícola, donde existe una alta probabilidad de que se produzca un contacto incidental con lubricantes.
La certificación ISO 21469, aunque no está específicamente diseñada para abordar MOSH y MOAH, ofrece un plus de seguridad al establecer un marco riguroso de control y trazabilidad que contribuye a minimizar estos riesgos.
Limitaciones de las normativas tradicionales frente a MOSH y MOAH
La industria del olivar necesita emplear lubricantes libres MOAH y de MOSH. Con estos últimos, hay un problema añadido porque resulta complicado diferenciar los MOSH de los PAO (Poli-alfa olefinas), componentes en lubricantes sintéticos y adhesivos.
Apostar por el uso de aceites y grasas alimentarias exentos de hidrocarburos, parafinas supone evitar la contaminación del producto final con todas las ventajas que esto conlleva, tanto económicas, como sanitarias.
Aunque existen normativas específicas para reducir la contaminación de los alimentos, estas suelen centrarse en límites de residuos o en garantizar la atoxicidad de ciertos productos, como los lubricantes clasificados NSF H1. Sin embargo, estas normativas no garantizan que se sigan buenas prácticas en la fabricación, ni que se controle adecuadamente la presencia de contaminantes como los MOSH y MOAH.
Aquí es donde la ISO 21469 se convierte en una aliada estratégica para la industria agroalimentaria y, en especial, para el sector oleícola. Veamos el motivo.
¿Qué aporta la certificación ISO 21469?
La ISO 21469, titulada “Seguridad e higiene en los lubricantes con posible contacto incidental con alimentos”, establece un marco integral para la fabricación de lubricantes de grado alimentario. A diferencia de certificaciones como NSF H1, H3 o 3H, que se centran exclusivamente en la atoxicidad del producto, esta certificación abarca todo el ciclo de generación del lubricante: desde la composición química y la fabricación, hasta el envasado, manipulación y almacenamiento.
Para obtener esta certificación, los fabricantes deben garantizar la trazabilidad total de sus productos y cumplir con estrictas normas de buenas prácticas de fabricación (GMP). Esto incluye auditorías externas periódicas y pruebas en condiciones reales de uso para verificar que los lubricantes no comprometen la seguridad alimentaria.
Es importante señalar que esta certificación se otorga al fabricante del lubricante en una planta de fabricación específica y es el máximo reconocimiento que puede alcanzar en relación con la producción de lubricantes de grado alimentario.
Desde mi punto de vista, esta normativa aporta un plus de seguridad para prevenir la contaminación por MOSH y MOAH debido a:
- Composición química controlada: los lubricantes que fabrica una entidad con certificación ISO 21469 deben estar compuestos únicamente por ingredientes aprobados para el contacto incidental con alimentos.
- Buenas prácticas de fabricación (GMP): los fabricantes certificados deben implementar protocolos estrictos para evitar contaminaciones cruzadas durante la producción, minimizando la posibilidad de que los contaminantes lleguen al lubricante.
- Auditorías externas y trazabilidad: la certificación exige auditorías regulares y documentación completa de todos los componentes utilizados, lo que facilita la detección de cualquier irregularidad vinculada con contaminantes químicos.
- Pruebas en condiciones reales: los fabricantes tienen que demostrar que el uso de estos productos no añade riesgos adicionales de contaminación en los alimentos.
Relevancia de la ISO 21469 en el sector oleícola
En el sector oleícola, donde la pureza del producto final es esencial, la presencia de MOSH y MOAH puede comprometer seriamente la seguridad alimentaria y la reputación de las marcas. El uso de lubricantes que cuenten con respaldo de una certificación como la ISO 21469, añade una capa de seguridad en el proceso de producción del aceite de oliva.
Creo que es importante que las empresas de este sector de un paso más y exijan a sus proveedores de aceites y grasas, además de la clasificación H1, la ISO 21469. Esta certificación asegura un control integral de todos los procesos de fabricación, brindando mayor seguridad y calidad.
Nuestro compromiso con la seguridad alimentaria
En LUFILSUR, somos conscientes de la preocupación del sector agroalimentario por garantizar la seguridad en sus procesos productivos. Por este motivo, trabajamos con fabricantes certificados con la ISO 21469, que nos permite ofrecer a nuestros clientes lubricantes libres de contaminantes, incluidos los MOSH y MOAH.
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La certificación ISO 21469, aunque no está específicamente diseñada para abordar MOSH y MOAH, ofrece un plus de seguridad al establecer un marco riguroso de control y trazabilidad que contribuye a minimizar estos riesgos.
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