Debo comenzar diciendo que el 50% del tiempo no suelo ser optimista en lo que se refiere a la visión de la economía argentina a mediano y largo plazo y el otro 50% del tiempo suelo desconfiar de que las cosas no sigan como hasta ahora en el corto plazo. Pero en casi el 100% de las veces tiendo a confiar en los indicadores, estadísticas y señales del mercado.
Cuando alguien dijo que en 38.000 pesos YPF estaba muy cara (“está en la 5 de 5” me dijeron, los bolseros entienden), los datos del mercado energético y de la balanza comercial indicaban que en cuestión de meses las exportaciones de energía podrían superar a las del agro y que Vaca Muerta sería una mina de oro. Menos de un mes después, este viernes YPF cerró arriba de 48.500.
Hace cinco meses había risas burlonas cuando alguien se atrevía a imaginar un riesgo país de 800 como el que las consultoras señalaban un nivel deseable como para empezar a salir a tomar deuda en el exterior, Esta semana cerró en 710 con plaza compradora, y un Gobierno que no transmite ninguna ansiedad en emitir deuda, pero que da señales de honrar la vigente y una férrea voluntad de sostener el superávit fiscal.
Esta semana se confirmó, además, que la inflación no sólo está controlada sino que sigue a la baja y es esperable que la tasa de devaluación del dólar oficial –hoy muy, muy parecido a los dólares financieros- baje también; tal como lo anunció el Presidente Milei hace un mes. La autoridad monetaria refrendó todos estos datos bajando la tasa de política monetaria, que inmediatamente provocó una baja de los rendimientos de las colocaciones financieras en pesos. Con ésto se esperaba que los pesos se corrieran hacia el dólar y las cotizaciones de la moneda estadounidense tuvieran presión al alza. Pero no sucedió.
Merece una mención el régimen de lluvias que, de acuerdo al Servicio Meteorológico Nacional podría estar normalizándose entre los meses de diciembre y febrero, lo que dota de suficiente humedad y sol a los sembrados haciendo prever una promisoria cosecha 2024-2025.
Concluyendo, de no haber cisnes negros en el horizonte tales como alguna cuestión política en nuestro vecino y socio principal, o algún cisma interno asimilable a octubre de 2000, nada hace prever que en el corto plazo “las cosas sigan como hasta ahora”. Los indicadores de la macro y el compromiso asumido y refrendado con las autoridades respecto a la responsabilidad fiscal y monetaria, disipan en gran parte los nubarrones del horizonte. Pero principalmente, el mercado se muestra en suba cada semana y eso, para una economista especializada en finanzas, es el indicador a seguir. Stay tunned!
La entrada Economía: Por qué hay razones para confiar se publicó primero en CONTAINER.
Debo comenzar diciendo que el 50% del tiempo no suelo ser optimista en lo que se refiere a la visión de la economía argentina a mediano y largo plazo y el otro 50% del tiempo suelo desconfiar de que las cosas no sigan como hasta ahora en el corto plazo. Pero en casi el 100%
La entrada Economía: Por qué hay razones para confiar se publicó primero en CONTAINER. Read More