Existen decenas de estudios con información general sobre los beneficios que otorga la participación de los brazos en el rendimiento del salto vertical, pero es poca la información acerca del movimiento de brazos óptimo y hoy en día hay ciertas controversias sobre su explicación teórica.
El objetivo de este estudio ha sido comparar y dar una explicación causal sobre qué movimientos de los brazos en el salto vertical tienen más beneficios.
Para el estudio, se han seleccionado 7 deportistas de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de Madrid de entre 18 y 25 años de edad. Todos ellos realizaron 6 saltos máximos con contra movimiento, tres con utilización de los brazos y los otros tres restantes sin utilización de ellos.
Se digitalizaron las respectivas componentes de fuerza de reacción, velocidad de despegue, altura alcanzada, impulso e impulso de frenado. Todas las variables se midieron mediante un sistema de captura de movimiento basado en marcadores Vicon y dos plataformas de fuerzas.
Para comparar los datos entre los sujetos, se les clasificó en dos grupos en función del patrón de movimiento que realizaban: los que empezaban el movimiento con los brazos por encima de la línea de los hombros y los que lo hacían por debajo.
El resultado fue que aquellos sujetos que iniciaban el movimiento con los brazos situados por encima de los hombros obtenían un mejor rendimiento en el salto, así como una mayor velocidad de despegue y altura alcanzada.
Existen decenas de estudios con información general sobre los beneficios que otorga la participación de los brazos en el rendimiento del salto vertical, pero es poca la información acerca del movimiento de brazos óptimo y hoy en día hay ciertas controversias sobre su explicación teórica.
El objetivo de este estudio ha sido comparar y dar una explicación causal sobre qué movimientos de los brazos en el salto vertical tienen más beneficios.
Para el estudio, se han seleccionado 7 deportistas de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de Madrid de entre 18 y 25 años de edad. Todos ellos realizaron 6 saltos máximos con contra movimiento, tres con utilización de los brazos y los otros tres restantes sin utilización de ellos.
Se digitalizaron las respectivas componentes de fuerza de reacción, velocidad de despegue, altura alcanzada, impulso e impulso de frenado. Todas las variables se midieron mediante un sistema de captura de movimiento basado en marcadores Vicon y dos plataformas de fuerzas.
Para comparar los datos entre los sujetos, se les clasificó en dos grupos en función del patrón de movimiento que realizaban: los que empezaban el movimiento con los brazos por encima de la línea de los hombros y los que lo hacían por debajo.
El resultado fue que aquellos sujetos que iniciaban el movimiento con los brazos situados por encima de los hombros obtenían un mejor rendimiento en el salto, así como una mayor velocidad de despegue y altura alcanzada. Read More