Introducción y objetivo: El ejercicio físico ha demostrado su eficacia en el tratamiento de la hipertensión, pero se desconoce qué tipo de ejercicio y qué dosis es el más eficaz. Por lo tanto, el objetivo del presente estudio fue determinar la eficacia de diferentes entrenamientos (isométrico, fuerza, aeróbico, HIIT y combinado) sobre la presión arterial sistólica (PAS) y diastólica (PAD) en personas con hipertensión.
Métodos: Se realizó una revisión en paraguas buscando en dos bases de datos (Pubmed-Medline y Web of Science) artículos que utilizaron los diferentes tipos de ejercicio para la mejora de la presión arterial. Los estudios se seleccionaron en función de criterios de inclusión/exclusión siguiendo la estrategia PICOS. La calidad metodológica de los artículos se evaluó con la escala AMSTAR 2.
Resultados: Dieciocho revisiones sistemáticas con meta-análisis fueron incluidos, los cuales la mitad de ellos tuvieron una calidad metodológica baja. Todos los tipos de ejercicio son efectivos en el descenso de la PAS y la PAD. El trabajo más eficaz es el de fuerza con una reducción de la PAS entre 3,4 mmHg y 9,5 mmHg, el trabajo menos eficaz es el aeróbico con una reducción de la PAS entre 0,8 mmHg y 10,6 mmHg, solo un estudio encontró reducción en la PAS de 10,6 mmHg, sin embargo, en los estudios recientes se encuentran reducciones entre 0,8-1,78 mmHg.
Conclusión: En conclusión, esta revisión en paraguas demuestra que cualquier modalidad de ejercicio tiene un efecto positivo sobre la mejora de la presión arterial en hipertensos. El entrenamiento más eficaz es el de fuerza, aunque futuros estudios deben de abordar más específicamente la dosis óptima del entrenamiento, las recomendaciones actuales que podemos hacer son de un entrenamiento de fuerza con una duración mínima de 8 semanas, una frecuencia semanal de 3 días y a intensidad moderada (60-80% 1RM).
Introducción y objetivo: El ejercicio físico ha demostrado su eficacia en el tratamiento de la hipertensión, pero se desconoce qué tipo de ejercicio y qué dosis es el más eficaz. Por lo tanto, el objetivo del presente estudio fue determinar la eficacia de diferentes entrenamientos (isométrico, fuerza, aeróbico, HIIT y combinado) sobre la presión arterial sistólica (PAS) y diastólica (PAD) en personas con hipertensión.
Métodos: Se realizó una revisión en paraguas buscando en dos bases de datos (Pubmed-Medline y Web of Science) artículos que utilizaron los diferentes tipos de ejercicio para la mejora de la presión arterial. Los estudios se seleccionaron en función de criterios de inclusión/exclusión siguiendo la estrategia PICOS. La calidad metodológica de los artículos se evaluó con la escala AMSTAR 2.
Resultados: Dieciocho revisiones sistemáticas con meta-análisis fueron incluidos, los cuales la mitad de ellos tuvieron una calidad metodológica baja. Todos los tipos de ejercicio son efectivos en el descenso de la PAS y la PAD. El trabajo más eficaz es el de fuerza con una reducción de la PAS entre 3,4 mmHg y 9,5 mmHg, el trabajo menos eficaz es el aeróbico con una reducción de la PAS entre 0,8 mmHg y 10,6 mmHg, solo un estudio encontró reducción en la PAS de 10,6 mmHg, sin embargo, en los estudios recientes se encuentran reducciones entre 0,8-1,78 mmHg.
Conclusión: En conclusión, esta revisión en paraguas demuestra que cualquier modalidad de ejercicio tiene un efecto positivo sobre la mejora de la presión arterial en hipertensos. El entrenamiento más eficaz es el de fuerza, aunque futuros estudios deben de abordar más específicamente la dosis óptima del entrenamiento, las recomendaciones actuales que podemos hacer son de un entrenamiento de fuerza con una duración mínima de 8 semanas, una frecuencia semanal de 3 días y a intensidad moderada (60-80% 1RM). Read More