A la resistencia interna para avanzar en un acuerdo con el Mercosur, la UE le agrega cada vez más requisitos al ingreso de productos agroindustriales. La Bolsa de Cereales de Córdoba dio recomendaciones para el envío de harina de soja, un mercado importante de Argentina.
Por Carlos Petroli, Especial para Container.
A partir del 1° de enero de 2025, la Argentina deberá cumplir con la nueva reglamentación de la Unión Europea que exige garantizar la transparencia y trazabilidad del ingreso de “productos libres de deforestación”, entre ellos la soja y sus derivados industriales.
Un nuevo informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba anota que la Unión Europea (UE) es la principal compradora de harina de soja argentina, representando el 25% del valor de las exportaciones, y propone asignar la importancia del caso a las nuevas exigencias ambientales de la UE.
El 31 de mayo de 2023, el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea, sancionaron la Regulación UE 2023/1115 referente al comercio internacional de la UE sobre materias primas y productos, en cuyos procesos se haya producido deforestación o degradación forestal con el fin de obtener los mismos (“Reglamento sobre productos libres de deforestación” o “EUDR”, por sus siglas en inglés).
La medida entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2025, y los productos incluidos en la lista son: ganado bovino, cacao, café, aceite de palma, caucho, soja y madera. Las expectativas sobre cualquier nueva regulación impactarían en un aumento en los costos, que serían absorbidos por los consumidores, advierte el informe de la BCCBA.
El EUDR establece que las materias primas pertinentes y sus productos derivados solo se podrán introducir, comercializar y exportar desde la UE en tanto se acredite el cumplimento de los siguientes tres requisitos:
-Deben estar libres de deforestación, es decir, producidos en tierras que no hayan sufrido deforestación después del 31 de diciembre de 2020.
-Derivados deben haber sido producidos de conformidad con la legislación pertinente del país de producción.
-Deben estar amparados por una declaración de diligencia debida, por la cual se debe demostrar que los productos cumplen con cada una de las condiciones exigidas. De acuerdo con los Principios Rectores de Naciones Unidas sobre las empresas y los derechos humanos, la debida diligencia permite que las empresas puedan identificar, prevenir, mitigar y responder a las consecuencias negativas sobre el uso de ciertas materias primas. Para lo anterior se deben cumplir tres pasos: requisitos de información, evaluación de riesgo y reducción de riesgos.
El informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba incorpora datos sobre la denominada Visión Sectorial del Gran Chaco Argentino (VISEC), iniciativa que busca que Argentina sea reconocida en el mundo por su esfuerzo en asegurar el desarrollo sostenible. Esto a partir de la trazabilidad en cada etapa de la producción, acopio, procesamiento y exportación de soja (poroto y subproductos como harina y aceite) y ganado bovino para garantizar que estos bienes, que son fundamentales para las exportaciones argentinas, se comercialicen y cumplan con la legislación argentina de protección de bosques nativos, así como con los requisitos de la Unión Europea.
VISEC está compuesta por un grupo de productores, acopiadores, corredores, procesadores y exportadores que a través de un sistema único de monitoreo, reporte y verificación garantizaría la trazabilidad desde el origen hasta el puerto de embarque y que los productos cumplan con los estándares de sustentabilidad. Se encargaría de emitir por cada embarque un Certificado de Producto Libre de Deforestación (CLD) asegurando que se cumplan los requisitos establecidos.
“El complejo sojero es el principal generador de divisas del país, representado por poroto, aceite y harina (dejando a los biocombustibles para otra revisión de la regulación)”, anota la BCCBA.
En el caso de la harina de soja, la Unión Europea aporta en promedio U$S 2.163 millones por año. A nivel nacional, Córdoba es la segunda provincia productora de soja con el 27,6% de participación. La producción provincial se destina para transformarse en pellets de soja (67%), aceite (19%) y el restante porcentaje en expeller y otros subproductos, como biodiésel.
En 2023, dentro de los principales productos exportados por Córdoba se encontraba las harinas y pellets de soja con el 16,5% del total. Esto implicó un ingreso de divisas de casi U$S 1.500 millones para la provincia.
A modo de conclusión, la BCCBA sostiene que la Argentina, como participante del mercado mundial, debe adaptarse y registrar la soja en VISEC (sistema de monitoreo, reporte y verificación que permite trazar el ciclo de vida del producto y verificar criterios ambientales) para poder exportarla a Europa, y “ubicarse dentro de las áreas de riesgo bajo”, clasificada por la UE.
Detrás de la cuestión ambiental hay un interés proteccionista por parte de los países europeos. Se lo conoce como Pacto Verde, con acciones que incluyen el Ajuste de Carbono Verde en Frontera, por el cual Europa un arancel para compensar la diferencia de emisión entre los bloques, o directamente que no se autorice más emisión en el país exportador.
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A la resistencia interna para avanzar en un acuerdo con el Mercosur, la UE le agrega cada vez más requisitos al ingreso de productos agroindustriales. La Bolsa de Cereales de Córdoba dio recomendaciones para el envío de harina de soja, un mercado importante de Argentina. Por Carlos Petroli, Especial para Container. A partir del 1°
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